8 de abril de 2017

"Los ángeles de hielo", de Toni Hill

Editorial Grijalbo
2017



Sinopsis:


Barcelona, 1916. A sus veintisiete años, Frederic Mayol ha dejado atrás una vida cómoda en la esplendorosa Viena y la traumática participación en una guerra que sigue asolando Europa. Psiquiatra y seguidor de las teorías psicoanalíticas, se enfrenta a su futuro puesto en un sanatorio ubicado en un tranquilo pueblo pesquero cercano a Barcelona, un enclave perfecto para superar los horrores vividos en el frente. Pero la clínica y sus alrededores no resultan ser tan idílicos como pensaba. Las sombras de un siniestro pasado se ciernen sobre los ángeles que decoran la fachada del edificio, como si quisieran revivir los acontecimientos que sucedieron en la casa siete años atrás, cuando el lugar era un prestigioso internado para jovencitas de buena familia que cerró sus puertas después de un trágico incendio. Atrapado entre el anhelo de desvelar el misterio que se esconde entre los muros del caserón y el amor que siente por Blanca, una de las antiguas alumnas del colegio, Frederic deberá enfrentarse a una perversa historia de obsesiones y venganzas hasta llegar a una revelación tan sorprendente como desoladora. Porque la verdad, aunque necesaria, no siempre supone una liberación; a veces incluso puede convertirse en una nueva condena.

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Intriga psicológica y suspense, también crímenes e incluso terror. Cuando empecé esta novela sin haber leído nada de ella, solo porque viendo que su autor es Toni Hill estaba segura de que iba a gustarme cómo estaba escrita, la etiqueté en el blog como "novela negra y criminal"; después de leer más o menos un tercio pensé que estaba ante una novela de terror entre lo gótico y Stephen King y al final resultó que sí, que era una novela criminal, pero con todo lo demás incorporado.

Si habéis leído la trilogía de Héctor Salgado, los anteriores libros de Toni Hill, no esperéis nada parecido en esta historia salvo, eso sí, el buen hacer como escritor de Hill. El autor nos ofrece un relato que va atrapándonos poco a poco, que nos descoloca incluso porque, como os contaba, llegamos a dudar de si se nos quiere contar una historia de crímenes o de sucesos paranormales. El momento elegido, principios del siglo XX en Barcelona y un pueblecito catalán mientas en Europa tiene lugar la Gran Guerra contribuye también a esa ambientación: un momento de comienzo de grandes avances tecnológicos y médicos y persistencia al mismo tiempo de mucho desconocimiento e incluso superstición, con una trasfondo de barbarie y sinsentido que cambió la cara de Europa y dejó heridas que no acabaron de cerrar; y además contamos dos escenarios estupendos, el típico caserón con un pasado oscuro y las calles y casas de una Barcelona de principios de siglo que nos muestra tanto su cara burguesa conservadora como las diversiones decadentes de ciertos elementos de la alta sociedad y la miseria absoluta de los barrios más pobres.

Varios puntos de vista nos aportan datos y miradas muy diversos: el viejo doctor que narra la historia, el diario de la antigua directora del colegio en el que ahora tiene su sede un sanatorio mental, y el narrador que nos cuenta la trama desde el punto de vista del joven psiquiatra Frederic Mayol. Poco a poco el puzle al que no veíamos sentido se va completando y todos las piezas encajan en un final que reserva sorpresas cuando ya creías que lo tenías todo aclarado.

Si os gustan las novelas de crímenes que además de entretener hacen reflexionar sobre el mundo que es y que fue y sobre la naturaleza humana, no os perdáis esta estupenda novela.

1 de abril de 2017

"El secreto de una dama", de Nuria Llop

Arrobabooks
Año de edición: 2017

Sinopsis:
Claudia Maldonado se niega a ser una concubina. Y encima tiene que oír, de su propio padre, las ventajas que este «intercambio » aportaría a la familia. Porque ser amante de Felipe IV es un privilegio, y que la haya escogido de entre todas las jóvenes damas de la corte, un halago. Claudia tiene claro que yacer con el monarca no le reportará nada que ella desee de verdad. Y solo encuentra una salida: huir como alma que lleva el diablo. O al menos, alejarse de Madrid hasta que el rey se olvide de su capricho. Manuel Perea vuelve a España, después de largos años de destierro, y lo último que espera encontrar es una invitada sorpresa. ¿Quién es esta joven, por qué se oculta en casa de su hermana y de quién está huyendo? A pesar de su halo de inocencia, de esos ojos azules y de sus labios carnosos… no se fía de ella. Pero su voluntad se quiebra con solo mirarla.

Hay muchas cosas que Claudia desconoce de Manuel Perea (que, pese a su aire taciturno, le resulta atractivo desde el primer instante). Lo único que sabe del hermano de su benefactora es que está prometido (aunque con una joven que se encuentra lejos, en Italia) y que odia a los nobles. En especial, al traidor del que espera vengarse algún día. Manuel y Claudia llegan a un acuerdo, que él acepta a regañadientes: mientras estén bajo el mismo techo fingirán ser marido y mujer. Así evitarán habladurías en el pueblo, y Claudia se sentirá más protegida bajo una identidad falsa. Pero la convivencia entre dos extraños que se desean –y que no se cuentan toda la verdad– puede dar lugar a tentaciones incendiarias. Sobre todo, porque ambos están dispuestos a jugar con fuego hasta abrasarse.
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Leo poca novela romántica de escritoras españolas, pero me apeteció leer algo ambientado en el siglo de oro, que es donde transcurren las novelas de Nuria Llop, licenciada en Historia del Arte, actriz de doblaje y adaptadora de guiones para cine y televisión. Se ve que lo cinematográfico le va, tal y como plantea su historia, sobre todo el final, pero no se esfuerza mucho en transmitir la realidad histórica porque el ambiente que crea es poco más que un decorado donde se mueven personajes del siglo XXI disfrazados de caballeros y damas del Siglo de Oro; si me hubiera divertido, eso me habría dado igual, pero como la protagonista me cayó fatal desde el principio y la trama no me enganchó, me cabreó bastante lo flojo del planteamiento.

Confieso que cuando llevaba pocas páginas leídas estuve tentada de dejar el libro, pero decidí darle una oportunidad para poder opinar "con fundamento" y seguí hasta el final. Algo mejoró la cosa, porque después de que Claudia escapase de su casa, llegase a ver a su amiga Marta y todos decidieran fingir que era la esposa de Manuel, los personajes me fueron pareciendo menos planos aunque siguieran siendo actores disfrazados en un decorado y no gente de su época. Ahora, con el personaje de Claudia no conseguí hacer las paces. Es una ingenua fantasiosa que se inventa historias sobre los demás y además se las cree. Esto da lugar a varios malentendidos que supongo que pretendían ser graciosos, pero a mí no se me escapó ni una sonrisa. Cuando deja de comportarse como una idiota, te dan menos ganas de matarla y vemos que su relación con Manuel se intensifica y la tensión sexual entre ellos también, pero la historia de estos dos ya me daba igual, la verdad. Por otra parte, no me convencía mucho que fuera tan boba e ingenua y al mismo tiempo tan lanzada sexualmente, pero ya se sabe que las novelas de hoy en día si no hay sexo no venden.

Lo mejor de la novela me han parecido las historias secundarias: la hermana de Manuel con el notario y la que claramente se nos insinúa entre la mejor amiga de Claudia y su primo. De hecho, me parecieron mucho más auténticas las escenas entre estos personajes que las de los protagonistas, particularmente la escena en la que se aclaran los sentimientos entre Marta y el notario me pareció muy tierna y sincera. ¿Y por qué luego la autora pasa de puntillas sobre estos personajes? Ahí no nos muestra ni un pelín de tensión sexual ni nada de nada, como si fuera una película mojigata de los años 40 o 50, aquellas que se acababan con un beso y lo demás te lo imaginas tú. Señora Llop, un poquito más de pasión se hubiera agradecido aquí, que los personajes lo estaban pidiendo...

La historia tiene su pelín de emoción y suspense para averiguar quién traicionó a Manuel y algunas peripecias para que los "protas" acaben juntos, pero para cuando llegamos a ese punto yo ya estaba deseando terminar el libro y leí casi en diagonal, para qué os voy a engañar. Así que, aunque supongo que este tipo de novelas tiene su público, no os lo puedo recomendar ni por divertida, ni por auténtica, ni por maravillosamente escrita... Francamente, "necesita mejorar", como en el cole.