14 de febrero de 2018

"La verdad de la señorita Harriet", de Jane Harris

Editorial Lumen
2013
Título original: Gillespie and I
Año de edición: 2011
Traducción: Aurora Echevarría Pérez

Sinopsis:

Os parecerá extraño que sea yo la primera en hablar de Ned Gillespie, pero ¿quién sino yo iba a hacerlo?

Así empieza su historia Harriet Baxter, una dama de casi ochenta años que en 1933, cómodamente instalada en su casa de Londres, recuerda un día de primavera de 1888, cuando ella, que ya rondaba los treinta y cinco años y estaba condenada a ser una solterona, visitó por primera vez Glasgow con ocasión de la Exposición Internacional.

En uno de sus paseos por las calles de la ciudad, Harriet volvió a encontrar a Ned Gillespie, un joven pintor de la escuela de Glasgow, y se empeñó entonces en conocer a toda su familia. Las visitas a la casa donde vivía el artista con su esposa y sus dos hijas fueron cada vez más frecuentes, hasta que un crimen cambió por completo el destino de los Gillespie, y Harriet de repente tuvo que vérselas con la justicia.

¿Por qué la policía llegó a sospechar de una dama tan entregada? La voz de la anciana va desgranando una versión muy personal de los hechos... Está en manos del lector fiarse o no de sus palabras.
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Tenía esta novela en mi lista de pendientes hace tiempo y por fin encontré un hueco para ella. Tengo que decir que el comienzo se me hizo un poco duro porque la historia avanzaba a un ritmo muuuy lento y no me resultaba muy atrayente, salvo porque retrata con mucha precisión el mundo de finales del siglo XIX y a mí los detalles históricos me interesan especialmente. También me resultaba atrayente o más bien me intrigaba la forma de contar la historia: la señorita Harriet nos cuenta en primera persona su experiencia con la familia Gillespie en 1888 y poco a poco nos vamos dando cuenta de que igual no es tan sincera como parece y que nos está dando detalles parciales de lo que sucedió. En principio piensas que siendo su testimonio de primera mano sabrás lo que realmente pasó; pero luego adviertes que no te cuenta realmente todo. Por ejemplo, al principio nos faltan muchos detalles para comprender la situación y a los personajes: empezamos Annie, la esposa de Gillespie, pintando el retrato de Harriet y con esta acudiendo casi diariamente a la vivienda familar. Van apareciendo personajes y te cuesta enterarte de quién es quién hasta que no avanza un poco la narración. No sabemos cómo se introdujo Harriet en esa familia y aunque no para de repetir lo que los apreciaba, vas percibiendo que su interés es un tanto obsesivo y centrado especialmente en Ned, el pintor.

Al mismo tiempo vemos a Harriet en el momento actual, cuando decide escribir sus memorias, y nos habla de su relación con su ayudante, que pasa de parecer la relación de una señora mayor algo maniática con una ayudante un tanto reservada a resultar también obsesiva y extraña. Hacia la mitad del libro, tanto la trama de los Gillespie como la de la actualidad cobra ya un verdadero interés y vas conociendo detalles que te hacen dudar de la historia que la señorita Harriet nos cuenta, al menos dudar de que su punto de vista sea una versión fidedigna de lo que pasó. En ese momento el libro cobra realmente interés, pero hay que tener paciencia para llegar hasta ahí.

Y al final la narración se hace realmente inquietante, con un desenlace no absolutamente cerrado que deja mucho a la imaginación del lector, aunque sugiere casi todo. Es sin duda de lo mejor del libro.

Tengo sentimientos encontrados. Jane Harris escribe bien y consigue un estilo muy de novela victoriana, con minuciosos detalles realistas y notas un tanto costumbristas y al mismo tiempo sugiriendo mucho más de lo que se cuenta. Si no sois de los que no pueden leer una historia si no hay acción, sino que disfrutáis del relato más que de los hechos, creo que es una buena elección. Y es que aunque a mí me costó engancharme, puede que influyera bastante mi momento vital, con necesidad de evadirme de problemas y de lecturas más ligeras.